jueves, 28 de abril de 2016

NO SE LES PUEDE DEJAR SOLOS ...

        Los servicios de limpieza y mantenimiento del Ayuntamiento se ofrecieron muy amablemente a limpiar de hierbas no procedentes (no hay malas hierbas, sólo han nacido en un lugar poco apropiado) el huerto a ras de suelo y el jardín de rosas. Se les advirtió de que, al menos en el huerto, no se utilizara herbicida, que se utilizaran medios mecánicos.

        Cuál no sería nuestra sorpresa cuando descubrimos que las hierbas, y algunos cultivos, amarilleaban sospechosamente y se secaban rápidamente cuando el resto del campo resplandecía de verde.

        Así han quedado los brócolis, que habíamos dejado subir a flor adrede para un fin educativo que os descubriremos en una posterior entrada, las cebollas y las habas.

Nuestro huerto afectado por el herbicida.


Las cebollas ...


Las cebolletas, los ajos, ...


         El herbicida utilizado es a base de glifosato, un compuesto que actúa por contacto, según el fabricante, pero que estudios recientes demuestran que queda residuo en el suelo y los acuíferos y se investiga sobre si es causante de graves enfermedades. De todas formas, creemos que algo que mata las plantas no puede ser bueno para nosotros. Así que hemos decidido arrancar la poca cosecha que tenemos y enviarla a la compostera.

        Procuraremos estar más atentos.

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